Sonriendo por las calles y avenidas, cruzando semáforos y cuidándote de los autos. Buscas doce piezas de oro que se esconden bajo la luz del sol. Dicho por los demás, sí existen. Esta es la primera vez que las buscas, aunque no las encuentras, sabes que algún día estarán en el lugar indicado.
Pero la tarde sonríe junto a ti.
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